Dos maneras de ver la fotografía. Dos formas distintas de apreciar el arte, de plasmar la imagen sobre el papel a través de dos técnicas diferentes. ¿El dilema? cual estos métodos elegir, según los beneficios y su atractivo a la vista.
A la hora de escoger, amateur y profesionales atraviesan por la misma disyuntiva, en un momento determinado y tras la elección de las fotografías a imprimir llega la duda, si deben el color, el blanco y negro, y lo más difícil de decidir: la quieres sobre una superficie mate o color?
La respuesta a esta pregunta tan frecuente es muy sencilla: Elige, tú!
Seguramente te has quedado igual que antes, pero tranquilo, podrás aclararte al conocer a ciencia cierta, cuales son las diferencias que presentan las versiones mate y brillo tras la impresión de tus fotos.
En lo que al glasofonado se refiere, hablamos de brillo. Se trata de una capa casi imperceptible de plástico que se añade a la gráfica a través de una forma sumamente delicada de aplicación del calor; esta en cuestión recubre y protege la imagen a la vez que le brinda un plus de fuerza a cada tonalidad a través del brillo.
La fotografía trabajada sobre el papel brillante tiene un aspecto sumamente delicado, llamativo y vistoso, es muy fácil de interpretar y cala en todos los gustos, siendo un instrumento muy atrayente a la hora de seducir; utilizar este modo de expresión, siempre sera bienvenido y muy acertado.
Si quieres impresionar mostrando una fotografía mucho más dramática y profesional, pero que a la vez luzca muy sencilla, siempre y cautivadora, entonces debes considerar el papel de fotografía en un discreto mate; utilizándola podrás llegar a conseguir ese efecto nostálgico y dramático que en ocasiones requieren las fotografías, sobre todo cuando estas están destinadas al ámbito profesional, incluyendo exposiciones y muestras.
El mate es romántico, elegante, cautivador y conservador, dando pie a que quien la vea, experimente diferentes sensaciones, debido a este aspecto retro que le concede este método, exitoso sobre todo cuando se trata de trabajos hechos en blanco y negro.
Ambas maneras de proyectar la imagen, constituyen sin duda alguna, formas diferentes de ver el mundo, sin importar que el tuyo sea un lente aficionado o profesional. La idea de hacer de tus gráficas una forma de expresión que reseñe además acontecimientos de carácter personal, público, social, compartiéndolas en diferentes formatos, dirán mucho de tu esencia como fotógrafo, de tu visión del arte de capturar los momentos y del deseo de conservar cada trabajo para la posteridad.
Precisamente en este momento, cuando esta de vuelta el gusto por volver a lo físico y no sólo dar prioridad a lo digital, contar con distintas opciones para elegir la apariencia final de nuestro trabajo representa todo un lujo, una puerta abierta por la que sin duda hay que entrar y descubrir la maravilla que esconde el glasofonado y el mate.
La decisión está en tus manos o tal vez podríamos decir, en el lente de tu cámara.